El trasplante de córnea se realiza para corregir diversas afecciones y enfermedades que afectan la córnea, como:
1.Queratocono: Una enfermedad en la que la córnea se adelgaza y adopta una forma cónica, provocando una distorsión visual.
2.Edema corneal: Hinchazón de la córnea debido a un exceso de líquido.
3.Cicatrices corneales: Daño en la córnea causado por infecciones, lesiones o cirugías previas.
4.Degeneración corneal: Condiciones que afectan la calidad y transparencia de la córnea.
5.Distrofias corneales: Enfermedades genéticas que afectan la salud de la córnea.
6.Queratitis: Inflamación de la córnea causada por infecciones o lesiones.
Durante el procedimiento de trasplante de córnea, el cirujano oftalmólogo retira la parte afectada o enferma de la córnea del paciente y sutura la córnea donada en su lugar. La córnea del donante se obtiene de un banco de ojos y es rigurosamente examinada y preparada antes de ser utilizada en el trasplante. Después de la cirugía, el paciente necesitará seguir un régimen de medicamentos y cuidados postoperatorios para asegurar una adecuada cicatrización y adaptación del trasplante.
El trasplante de córnea tiene un alto índice de éxito y puede restaurar significativamente la visión en personas con afecciones corneales graves. Sin embargo, como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos y complicaciones potenciales, por lo que es importante que el paciente sea evaluado adecuadamente y reciba el seguimiento adecuado después de la cirugía. Un oftalmólogo especializado en trasplante de córnea será el encargado de determinar si un paciente es un candidato adecuado para este tipo de cirugía.